Menos consumidores están optando por sedanes tradicionales. Los automóviles convencionales ahora representan poco menos del 20% de las ventas de vehículos nuevos en este país, y no hay señales de que esta tendencia vaya a detenerse. Todas esas camionetas y SUV que la gente está comprando terminarán tarde o temprano en el mercado de autos usados.
Si está dudando entre un automóvil usado y un SUV usado, es más probable que elija este último si sus necesidades son principalmente prácticas (espacio, carga, versatilidad, robustez, etc.). Pero hay varias razones por las que deberías considerar un sedán con una cajuela convencional. Aquí están tres de ellos.
1. Muro de protección
Imagine un avión comercial sin una bodega de carga separada. Así es en un SUV. A menos que instale una partición de malla, no hay nada que separe el compartimiento de pasajeros del área de carga. En muchos SUV, la cajuela es más corta que en un automóvil, por lo que debe cargar las cosas verticalmente. Y eso puede volverse peligroso para los pasajeros, pero también comprometer la visibilidad trasera.
En un sedán, los respaldos de los asientos traseros crean una verdadera barrera entre los pasajeros y la carga. Es imposible que estos últimos se conviertan en proyectiles.
2. Mantener las cosas en silencio
Esta separación trae otra ventaja: el silencio y la tranquilidad. Si tiene objetos ruidosos en la parte de atrás, la cajuela del automóvil amortiguará el ruido, haciendo que su viaje sea más placentero.
Lo mismo ocurre con los diversos ruidos provenientes de las ruedas traseras o del entorno.
3. Lejos de miradas indiscretas
Algunos SUV tienen vidrios polarizados; la mayoría no. Dejar artículos en el asiento trasero, especialmente expuestos, es una advertencia, más aún si se trata de artículos valiosos. Incluso la cubierta del equipaje puede ser una señal para los ladrones de que hay algo interesante debajo.
Un buen baúl a la antigua no regala nada. ¡Podrías estar transportando la Mona Lisa y nadie se daría cuenta!